¿Qué Hace un Mal Entrenador de Ajedrez?
De seguro acabas de leer el artículo ¿Cómo Elegir un Buen Entrenador? Es difícil encontrar uno bueno, y si lo es, ten por seguro que no será económico. Todos los entrenadores presentamos también nuestros defectos, pero hay ciertas cosas que no podemos pasar por alto y debemos considerarlo Mal Entrenador.
Hay una gran diferencia entre un Profesor y un Entrenador: uno trabaja en forma grupal, y el otro de forma individual. Ambos forman parte del crecimiento del ajedrecista.
Estudiante y Entrenador |
En este artículo te presentaremos los síntomas que posee una persona que No Debería Entrenarte. Vamos a ver cuales son:
No analiza tus partidas
Esto significa que el supuesto entrenador solamente quiere darte clases técnicas, que lo puede hacer cualquier profesor o lo puedes estudiar tú mismo por internet (hay miles de artículos). Aunque tiene buenas intenciones de ayudarte a mejorar tu nivel, debemos decirle profesor, y no entrenador.
What?? Que yo analice tus partidas? ¿yo? |
Si el supuesto entrenador no revisa tus partidas ¿Entonces qué quiere hacer contigo? Sucede que toma tiempo analizar los errores de tus partidas, y en la mayoria de los casos, ese tiempo de revisión se hace fuera de su horario de trabajo.
Pero es un deber hacerlo, porque es un compromiso contigo y ésto es consecuente de que un entrenador debe tener pocos estudiantes (4 máximo) para entrenarlos.
Te quiere Imponer sus aperturas
¡No te escucha! |
Tiene un grupo grande de estudiantes
Profesor de ajedrez dando clases |
Mientras más personas, más dinero hay en juego. Pero… ¿Estará realmente interesado en entrenarte o en ver cuánto dinero puede ganar?.
Juega partidas blitz contigo
Tu tiempo es valioso |
Te grita (en público)
No hay que gritar, eso desmotiva al estudiante y deja de querer el juego para continuar aprendiendo. |
Gens Una Sumus
No debemos ser duros en las críticas hacia el entrenador o profesor, porque es difícil encontrar uno bueno, y los ajedrecistas tenemos la buena intención de ayudar en lo que esté a nuestro alcance a quienes siguen nuestros pasos. Por eso Somos una Gran Familia.
¡Dale una Oportunidad!
Si una persona quiere ayudarte a mejorar, con sus defectos y virtudes, ¡ dale una oportunidad ! porque ambos (tú y el entrenador) aprenderán. Tú mejorarás tu fuerza de juego y el Entrenador tendrá más experiencia para las futuras generaciones.
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